La Municipalidad de Lima inauguró el viernes 4 de agosto el “matadero Municipal” que dará seguridad en la alimentación del consumidor con el faenamiento de animales en un lugar limpio, con todos los cuidados sanitarios y ambientales. El costo de la obra asciende a unos 450 millones de guaraníes que incluyó la adquisición del terreno, manifestó el Intendente Juan Manuel Avalos. El gobernador Carlos Giménez participó del evento y dijo que en el departamento no todos los distritos del Departamento de San Pedro cuentan con un matadero.
Estuvieron presentes, además del Intendente Juan Manuel Avalos, el Gobernador del Departamento de San Pedro, Carlos Giménez, el Presidente de SENACSA, directivos de la ARP, faenadores y representantes de la población local.
El Intendente Juan Manuel Ávalos manifestó que esta es una obra muy importante que “estará al servicio de los faenadores”, y también con esta obra se podrá “garantizar la calidad de los productos para los consumidores de productos cárnicos, es decir para la población”.
La obra tiene un costo de unos 450 millones de guaraníes que se pagó con recursos de la Municipalidad provenientes de los Royalties. El local tiene un corral, el lugar para las faenas, sección de manejos de vísceras, para la diferenciación de los desechos, una oficina administrativa, un lugar para la preparación del personal de faena con los equipos adecuados y su uso está reglamentado por una ordenanza, manifestó el Intendente.
Según informaron, la instalación tiene una capacidad para el faenamiento de unos 50 animales diarios, pero es difícil que se llegue hasta este tope teniendo en cuenta la población de Lima y el promedio de consumo de carne en la zona.
Además de ser un espacio limpio e higiénico, “estas instalaciones también sirven para el mejor control de los animales a ser faenados, control en cuanto a salud del animal, en fin en todo, la población tendrá a partir de ahora mayor seguridad”, dijo Avalos.
“No todos los municipios tienen un local para las faenas”
Esto expresó el gobernador de San Pedro, Carlos Gimenez. “Celebramos este emprendimiento, esta obra es de gran importancia para nosotros; significa el control del faenamiento, y, por sobre todo, el control de la salubridad, sabiendo el origen de los animales”, expresó.
Resaltó que una obra como esta presenta cierta resistencia en determinados sectores porque implica control tanto de la salud del animal, como la propiedad del animal y las exigencias en las condiciones de higienes que se faenan. Y manifiesta a continuación que “tenemos que admitir que es una debilidad que tenemos en el departamento de San Pedro, no todos los municipios cuentan con una matadería o centro de faenamiento”.
El Gobernador señaló que es muy importante para la salubridad porque “aquí hay una cuenca lechera muy importante y sabemos también que la tuberculosis se desarrolla, principalmente en las vacas lecheras, las que tienen mayor contacto con los seres humanos; también la brucelosis, enfermedades que no son fáciles de diagnosticar; con esto, por lo menos los consumidores van a tener la seguridad que la carne proviene de un origen controlado”.
Inauguración de matadería enciende otra alarma
“No todos los municipios del Departamento tienen un lugar de faenamiento”, dijo el Gobernador de San Pedro, Carlos Giménez.
Si la salud es importante, si debe controlarse todo el proceso de la carne hasta llegar al consumidor, y si no se cuenta con un local apropiado para el faenamiento ¿en qué queda la salud de la población?
Si no se cuenta con una “matadería”, se podría pensar que un animal puede ser faenado en una casa, a las orillas de un arroyo, en un monte, sin ningún tipo de salubridad y luego se vende a la gente a través de los mercados. ¿Quién controla si el animal faenado está sano o enfermo? ¿Si el animal faenado tiene un origen lícito? ¿Si no tiene brucelosis, tuberculosis o aftosa? Alguien dirá, pero si la aftosa está controlada en el Paraguay con vacunas. Si, pero… ¿quién asegura que tales animales realmente fueron vacunados? De todos modos, hay que presumir que siempre se hace todo sobre reglas, pero también hay que presumir que muchas veces y muchas cosas no se hacen según las reglas.
La no tenencia de una instalación así, que asegure a la población la calidad del producto y todo el proceso de preparación puede ser tenido como un grave delito en contra de la población. Si la persona es primero, si la vida es primero, si la salud es primero, ¿qué hacen los municipios sin construir un lugar saludable donde se prepara la carne que las personas comerán en la mesa? ¿Qué hace la gobernación qué sabiendo de esto no exige a los municipios o denuncia donde corresponda para que se subsane esta grave falta?
O, también, ¿qué hace la ciudadanía que no exige a sus autoridades la construcción de una mataderia que pueda certificar la salud de lo que come?
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