Departamental Nacionales Política y Sociedad

Eulalia Hermosilla Gamarra: “Soy una persona activa, feliz y que sabe lo que hace y quiere”

Por Oscar R. Cáceres J

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“Mujer Feliz, Amante de la vida, cultivadora de la libertad, de espíritu noble y muy apasionada”, se lee en su perfil en el Facebook. Docente, gerente, lideresa, promotora y política muy activa y apasionada, impulsora de pequeños y grandes proyectos. El inicio de su lucha fue que hijos e hijas de campesinos no abandonaran sus pueblos para “buscarse una mejor vida”, -entre comillas- sea por el trabajo o por el estudio. Se da a conocer con el nombre de Suni.

Eulalia Hermosilla Gamarra nació en el distrito de “Felipe Matiauda”, hoy con nombre recuperado de Yataity del Norte, en el departamento de San Pedro. Suni tiene 44 años y se define como persona activa, feliz y sabe lo que hace y lo que quiere.  Sostiene que la mujer tiene que desarrollar toda la capacidad como persona y tener autonomía e independencia en todo, y, sobre todo, en lo económico.

A pasos del “Doctorado en Derecho Público y Gobernabilidad”, es máster en “ciencias de la educación con Énfasis en Curriculum” y “Salud Pública, Administración Hospitalaria y Gestión Sanitaria”, con muchas otras especialidades, pero todas en el ámbito de la educación, las ciencias y desarrollo social y política. Empezó su educación en la Escuela Graduada 1496 Pindoty, de Yataity del Norte. Al terminar su educación primaria tuvo que esperar 6 años para ingresar en la educación secundaria en el Colegio Nacional Yataity del Norte. Dice: “empecé a los 18 años y allí aprendí a hablar en Castellano, por primera vez”.

Don Eusebio Hermosilla Quintana es su padre, tiene 68 años y su madre doña Celsa Aurora Gamarra, 66 años. Militantes de la Juventud Agraria Cristiana, y, hoy mantienen la lucha por un mejor vivir de los campesinos. La vida de Eulalia y otros tres hermanos está en el campo, en la chacra, donde sus inicios vivieron con casas de paredes de adobe y techo de paja.

Suni cuenta que la muerte de Sebastián Larrosa es el inicio de su vida pública como lideresa. “Yo era delegada de mi curso y representé a mi curso y a mi Colegio ante su familia de Sebastián en aquel entonces”. Convirtió el dolor en un arma poderosa para iniciar el camino de la organización como herramienta de cambios. “Desde ese momento formé parte de la organización juvenil de ACADEI, creamos organizaciones juveniles en cada comunidad donde llegaba la organización, acompañamos las creaciones de organizaciones estudiantiles, campesinos, luchando por una vida mejor”, empieza a decirnos.

Sebastián Larrosa fue asesinado el 2 de mayo de 1994 durante una manifestación en el Cruce Takuara. Se llevaba así la primera huelga nacional en tiempos del camino hacia la democracia.

El punto de inicio, en mi experiencia, es una cuestión central para las poblaciones campesinas y para la juventud, principalmente, que es la presión de la migración de jóvenes campesinos hacia las ciudades”, empieza compartiendo Suni, y eso ha sido para “mí una presión muy grande como organización juvenil de ACADEI, desarrollando los Campamentos Juveniles en memoria de Sebastián Larrosa con la participación de varios jóvenes de distintas partes del país

Desde este momento trágico, todos los años se realizan actos, campamentos juveniles y concienciación de la juventud en homenaje y en memoria de Sebastián Larrosa. Suni se encargó de la coordinación de estos campamentos, actos y festivales los primeros 12 años.

“No quería ser docente”

  • No quería ser maestra. Siempre quise ser periodista. Mis padres se casaron un 26 de abril, en el día del periodista. Por eso quise ser siempre periodista.
  • ¿Qué te condujo hacia la docencia?
  • Estuvimos acompañando el surgimiento del Centro Educativo Integral Ko’ë Pyahu (escuela agrícola con enfoque agroecológico) en Unión. Precisamente estábamos trabajando con la población este problema: el no traslado de los jóvenes que quieren estudiar a las ciudades, y evitar de ese modo el desarraigo.

Las mujeres de la compañía San Miguel de Unión me enseñaron. Estas sí que eran personas muy comprometidas. Se empeñaron en trabajar por el no traslado de sus hijos, y me metí entre ellas.  Estas mujeres eran muy conscientes y comprometidas. Las experiencias nos marcaban. Hijos que salían de la comunidad e iban a las ciudades, muchas veces, regresaban muertos. Otros, enfermos, accidentados, o las jóvenes regresaban embarazadas, que para ese tiempo constituía un gran problema para la familia. El dolor formaba parte de esas experiencias. Por eso se esforzaron por construir espacios e instituciones educativas en su propia comunidad. Así surgió el Centro Educativo Integral Ko’e Pyahu de Unión. Aquí me convertí en maestra. Estuve en la docencia allí durante siete años, sin remuneración. Pero era un proyecto que valía la pena. En sus inicios las autoridades locales y muchas personas no creían en nuestro proyecto, muchos profesionales se negaron a trabajar con nosotros por no creer en su concreción y ahí tuvimos que asumir de líderes juveniles a ser maestros voluntarios y voluntarias.

Compartió muchas experiencias en San Miguel, de Unión. Pero lo que más ató a Suni por la experiencia era el empuje y coraje de lucha de las mujeres. Los varones jóvenes y adultos generalmente trabajaban como peones en estancias o en changas ajenas. Entonces, las mujeres quedaban en la administración, incluso de la comunidad.

Mediante la organización se logró mucho. La Escuela Agrícola, organizaron comités de productores, comités de mujeres productoras, comisiones de desarrollo, lograron conectar agua potable para la comunidad y otros emprendimientos.

En torno a la Escuela Agrícola se logró construir ideas muy potentes, como las de impulsar un proyecto educativo, con un modelo que marque una diferencia con la educación tradicional; que este modelo responda a las necesidades educativas y las problemáticas de la zona.

  • Así pensamos en este proyecto. Los jóvenes volverían a amar la tierra, que regresen a su distrito y se dispongan a trabajar en el distrito. Hoy el colegio tiene como 22 años.

Estar como Docente Voluntaria en el CEI Ko’e Pyahu la motivó a estudiar Licenciatura en Ciencias de la Educación con Énfasis en Ciencias Sociales y luego, se incorporó a la docencia universitaria en la Facultad de Filosofía, Universidad Nacional de Asunción cuya sede se habilitó en San Estanislao.

Posteriormente estuvo dentro del plantel de docente de la universidad en donde también ejerció responsabilidades en la coordinación de investigación educativa.

La vida docente universitaria también hizo que se enfrentaran a dificultades y obtuvieron grandes logros, buscando una educación liberadora, que haya facilidad de acceso para la juventud que quiera seguir sus estudios universitarios. Y, ya como algo natural en su andar, Suni y otros compañeros docentes acompañaron las luchas de organizaciones de jóvenes universitarios y docentes por una mejor educación y de respeto a la institucionalidad universitaria. Esta acción la desarrolló mucho en la Facultad de Filosofía desde la experiencia de Lucha de “UNA No te Calles”, acompañando a los estudiantes para el empoderamiento ante momentos de injusticias que se cometen desde la casa central quebrantando la estabilidad de la Sede en San Estanislao.

 

José Parra y Eulalia con sus hijos Esperanza Libertad y José Fernando

“Y a los 30 me propuse ser madre”. 

  • Y, entre organizaciones, idas, corridas, apremios, búsquedas de soluciones a la pobreza, ¿la maternidad?
  • Para mi ser madre era un desafío más en la vida. Quería ser madre pensando y soñando en una nueva humanidad, en emprender esta tarea y, al mismo tiempo, tener esta experiencia para vivir, alentar y trabajar por una nueva humanidad, con mis propios hijos. Quería forjar en mi propia familia e hijos una vida en libertad.

Pusimos a nuestra primera hija el nombre de Esperanza Libertad. En ese tiempo José estaba muy perseguido, imputado por cierres de rutas, tomas de tierras, al igual que tantos campesinos, por pertenecer a organizaciones campesinas, fueron tiempos de muchas persecuciones. Entonces, decidimos con José poner el nombre de Esperanza Libertad a nuestra hija.

José Fernando, nuestro segundo hijo, vino dos años después. Pero en un tiempo en que estábamos trabajando por nuestros sueños, por nuestra idea de sociedad y nuestra idea de hacer política. Entonces estábamos en ese proceso de construcción del movimiento político que también nos dio un gran respiro en nuestra historia política con el gobierno de Fernando Lugo. En ese tiempo vino José Fernando.

 

Nosotros-nosotras-compañeros-compañeras

No resulta fácil dialogar con Suni para hablar solo de ella. Sus proyectos y realizaciones casi siempre tienen un nosotros-compañero-compañera; es difícil seguir un solo hilo pues fácilmente la conversación pasa al carril del nosotros-nosotras. Antes que intentar separar, quizá sea mejor seguir esta lógica para entender mejor la vida de quienes ya muchos aportan a una sociedad mejor desde un San Pedro del que no se apartarán jamás.

Es así como Suni lee su proyecto de vida y su vida política lo cuenta desde ACADEI, primero, luego Tesãi Reka Paraguay, el Centro Educativo Integral Ko’ë Pyahu, ahora el Instituto Técnico Superior Ko’ë Pyahu y de su organización que llevan adelante con otras amigas y amigos que se llama AVANZAR – Promoviendo Desarrollo Sostenible, una entidad sin fines de lucro donde desarrollan proyectos de capacitación y desarrollo comunitario sostenible con la población en un entramado social de redes y organizaciones.

Suni presentó como tesis al culminar la carrera “Ciencias de la Educación con énfasis en ciencias sociales” la experiencia del Centro Educativo Integral Ko’ë Pyahu, Escuela Agrícola con Enfoque Agroecológico de Unión.

Estudiar y avanzar con los estudios suele presentarse como dificultosas para la mujer, por distintas razones, principalmente el obstáculo suele ser, la misma actitud de las mujeres como madre o la actitud del marido. Aquí ocurrió lo contrario. Suni se puso a sí misma en primer lugar ante todo porque su filosofía es que si ella está bien, puede desarrollar mejor su rol en todos los aspectos de su vida. Con mucho ánimo y proactividad pudo avanzar en los estudios universitarios.

La búsqueda de un modelo educativo crítico ha sido sus motivos permanentes. Para ella está muy clara que la educación formal, incluyendo la educación superior, responde a modelos pedagógicos autoritarios y sostenes de un sistema social y económico acomodado, que no siempre ayuda al educando a descubrir el mundo y construir ideas, proyectos de vida y, mucho menos, que respondan a la realidad local o departamental.

 

El trabajo con la juventud es estratégico

“Es necesario crear igualdad de condiciones y oportunidades para el estudio y otros aspectos”

  • Todo lo que hago, cómo hago siempre es en busca de aportar y dejar un legado para la construcción de una nueva y mejor sociedad, donde estarán mis hijos, mis nietos y los hijos de todos, a las nuevas generaciones.

 

  • ¿Qué se necesita para que la gente pobre, de las comunidades, alcancen una educación mejor?
  • Es necesario una sociedad donde haya justicia social e igualdad de oportunidades. Es lo más difícil en una sociedad como la nuestra. Muchas personas tienen el sueño de ser un profesional, con una carrera universitaria para mejorar su calidad de vida, pero no siempre tienen esa oportunidad, varias dificultades existen para que se mantenga la brecha larga para que muchos jóvenes del campo y de las mismas ciudades puedan lograr cumplir sus sueños. Las universidades públicas deben contar con residencias universitarias para que los jóvenes que viven lejos de la universidad puedan tener un espacio para vivir y aprender a convivir en comunidad, en organización, en disciplina, todo eso puede ofrecer esa experiencia. A eso podemos llamar como un ejemplo de oportunidad y nuestro país puede implementar esas experiencias, recursos tenemos, solo falta erradicar la corrupción y ya está.

 

  • Hay personas que afirman que se llega a ser lo que se quiere, todo depende de cada uno, eso de ¡querer es poder!
  • Se puede decir eso. Pero si no hay condiciones es difícil. Yo tuve condiciones favorables porque mis padres siempre fueron organizados, siempre generaron caminos para que yo aproveche. Muchos hijos de socios de ACADEI también tuvieron oportunidades, algunos quizás no lleguen a cumplir sus metas, pero son por otros motivos. Yo insisto en que es necesario crear esa igualdad de condiciones para el estudio y para acceder a otros espacios, el conocimiento es la herramienta para alcanzar el poder de la verdadera libertad personal.

La igualdad de oportunidades suele ser un pensamiento muy repetido en discursos políticos. Para Suni tiene otro significado, es concreta, nada de ambigüedades. Es que todas las personas tengan las mismas posibilidades de emprender lo que quisiera.

Muchos impulsores de la “economía de mercado” hablan de igualdad de oportunidades. La Constitución Nacional, las leyes hablan de lo mismo, pero esta situación no se da. No basta decir y entender que somos iguales ante la ley, que somos iguales en dignidad, en nuestra sociedad estos son anhelos de la gente empobrecida. Aquí surge otra idea: la equidad.

 

  • Se muy bien lo que significa esta necesidad de igualdad de oportunidades. Yo vengo de ese sector que necesita, en la práctica, de igualdad de oportunidades. Provengo de una familia muy humilde, que ha vivido en casas con paredes de barro, con tapias echas de adobe, pero mis padres siempre se jugaron por el trabajo honesto y la comunidad organizada. Y como fruto de esa organización impulsada por mis padres, y por donde también anduve, puedo decir que esta fuerza popular me dio oportunidades y aproveché la Instalación de la Facultad de Filosofía UNA, una universidad pública, aunque no tan gratuita. Hay que reconocer que, gracias a la UNA, hoy, el campo sampedrano, está minado de profesionales que están desarrollando sus labores educativas con mejores condiciones de vida.

 

  • ¿Se podría entender que una organización no solo se constituye ni se milita en ella para que recién nuestros hijos reciban los frutos o que cualquier beneficio está muy alejado, en el futuro?
  • La organización es una herramienta y la gente se organiza para vivir en mejores condiciones de vida o para conseguir un fin. Trabajar para que haya igualdad de oportunidades en las instituciones educativas o en cualquier sector es uno de los objetivos. Tener la misma oportunidad es un derecho ciudadano, y es una obligación que tiene el Estado de que haya igualdad de condiciones entre sus habitantes. Eso busco yo, de eso hablo con mis alumnos en la universidad, que conozcan y defiendan sus derechos y no solo el de ellos, sino que sean agentes multiplicadores y de cambios verdaderos. Así quiero vivir con mi comunidad, con mis hijos y que mis enseñanzas y experiencias compartidas por un buen vivir quede como un legado.

 

En trabajo con comunidades indígenas

Vivir en una comunidad, a través de organizaciones, cualquiera sea su fin, tiene su costo. Hay esfuerzos aportados, tiempos, conocimientos, muchas veces hay que aportar económicamente o mediante trabajos. Hay personas que hasta dieron sus vidas, ni siquiera han tenido la oportunidad de disfrutar de los beneficios que se han conquistado después, y que han sido protagonistas dejando una herramienta de cambios.

Y de estos tenemos mucho en nuestra historia. Pero una organización debe servir ahora, mañana y siempre. Y mediante la organización las personas consiguen estudiar, formarse, capacitarse, iniciarse como líderes sociales, políticos, empieza a descubrir su vocación y en ellas se han gestado personas que están sirviendo a su pueblo ocupando espacios en diferentes ámbitos hoy día en toda la república del Paraguay y es importante hacer saber que son obras de organizaciones campesinas.

Hay demasiadas realizaciones y experiencias que hacen falta sistematizar, publicar para que los logros y experiencias no queden en el olvido. Quizás nos falte una estrategia comunicacional para rescatar y contar todos los avances en nuestras vidas … Nos perdemos, a veces, en hacer, hacer, pero sin rescatar las experiencias, sin comentar, sin compartir.

  • ¿Existe una cultura de no saber contar o no querer contar sus logros?
  • Yo no creo eso de no querer contar. En nuestro caso es la falta de tiempo para dedicarnos a eso. Pero es una gran necesidad. Hay que hacer conocer las buenas prácticas y las experiencias exitosas del campesinado, el campesinado no solo hace manifestaciones de reclamos, desarrollan diferentes estrategias y metodologías de trabajo de desarrollo a través de proyectos y programas, que sirven de modelo de gestión y que muchos son asumidos por el estado paraguayo como políticas públicas gracias a la incidencia del sector campesino, pero no se sabe.
  • ¿No se sabe o se oculta?
  • No se reconoce que es trabajo y pensamiento del sector campesino y popular. Un ejemplo importante es el modelo de Atención Primaria de Salud que por mucho tiempo fueron asumidas por las  mujeres promotoras voluntarias de salud, siendo parteras en los lugares más lejanos de nuestra gente, han salvado miles de vidas, pero esa experiencia no se quedó ahí, sino al contrario se sistematizó, y se utilizó de base para que hoy podamos disfrutar de las Unidades de Salud de la Familias, donde por primera vez en la historia de nuestro país, dentro de las comunidades se cuenta con un médico/a y todo un equipo que atiende a las familias más vulnerables de nuestro pueblo. Por eso es importante conocer y difundir las obras de las organizaciones campesinas y de esa manera poder generar motivaciones que hay experiencias y que siempre juntos y organizados podemos lograr nuestros más grande sueños.

 

La organización es una herramienta social y política

 

  • En una oportunidad te escuché decir que las mujeres deben tener la capacidad para ser independientes en todo, incluyendo la independencia económica. ¿Podrías desarrollar la idea?

 

  • Las mujeres siempre hemos realizado grandes obras. Desde la antigüedad las mujeres hemos tenido grandes protagonismos, en la historia hasta que el patriarcado occidental se impuso. Con el patriarcado fue debilitando ese protagonismo tan hermoso que tenían las mujeres hasta lograrse la subordinación. Es así que las mujeres han participado durante miles de años en el proceso de su propia subordinación porque se les ha moldeado psicológicamente para que interioricen la idea de su propia inferioridad. Tal es así que no se explica el por qué las mujeres paraguayas ostentan un estatus, en los libros, en los discursos, en la música, hasta el Papa Francisco difunde la grandeza de la mujer paraguaya, pero día a día la mujer paraguaya sigue siendo tan abandonada. No se puede entender que la mujer paraguaya sea tan heroica y todavía se permite que siga siendo sometida por su pareja. Hasta cuando muere el marido, el poder de la casa no queda en manos de la mujer, en muchos casos sigue la practica naturalizada que la autoridad del hogar queda al hijo mayor, pero menos a ella. Las mujeres también desde el inicio de la colonización paraguaya fuimos carne de cañón, cosa para las negociaciones entre colonizadores. Es importante conocer nuestra historia y poder entenderla de dónde viene esta práctica naturalizada que no contribuye para nada por la felicidad de las mujeres.
  • ¿Y cuál debe ser la actitud?
  • Tenemos que entender muy bien nuestra historia, nuestro linaje, de dónde venimos, cómo fueron las vidas y las historias de nuestras ancestras. Yo soy una mujer empoderada, porque quizás mis tatarabuelas, mis abuelas, fueron mujeres fuertes, y porque mi Mama, a pesar de que no tuvo una vida fácil, siempre fue una mujer resiliente, que pelearon por sus derechos, como fueron las guerreras indígenas. Son muchas cosas que tenemos que aprender y entender de nuestra historia y que de hecho tenemos esos componentes para que podamos marcar una diferencia como mujeres actualmente. Así también necesitamos sanarnos mucho las mujeres para salir de esa pobre situación que nos ata. La mayoría de las  mujeres no crecemos en un ambiente propicio para ser libre. La libertad no es solamente caminar libremente, la libertad debemos tener en nuestra forma de pensar, ¿por qué debemos pedir disculpas por cualquier situación que tenemos? ¿Acaso los varones lo hacen?… ¡Que terminen las culpas o autoculpas de las mujeres! Nosotras tomamos decisiones que son importantes. Necesitamos entender eso, sanar, perdonarnos por todo lo que no pudimos hacer en su momento, seguir aprendiendo, eso es empoderamiento y no sólo un empoderamiento de conocimiento y seguir en el formato tradicional de la opresión.Tenemos que empoderarnos económicamente y para eso es importante que ninguna de nuestras niñas abandone sus estudios; hagamos que lleguen a ser profesionales, ejercer, emprender, solo así lograremos una mayor independencia. Si una depende del varón, del esposo, para comprar sus cosas que como mujer se necesita; acuérdense que siempre su libertad será muy condicionada. La libertad real parte del conocimiento, formarse primeramente en conocer y entender, y a partir de allí entender y empoderarme de mi vida, y entender en primer lugar que mi cuerpo es mi territorio, que me corresponde y de eso soy dueña.  ¡En Paraguay sigue siendo difícil llegar al empoderamiento, hay mucho que desaprender y aprender, pero vamos por buen camino y lo más importante acompañadas de las nuevas generaciones hombres y mujeres que ya tienen claro de la importancia de una vida con respeto en igualdad entre mujeres y hombres!

Hablar con Suni es tener un mundo en frente y con quien se puede hablar de todo. La filosofía de vida y la vida apasionada en sus compromisos la llevan a un conocimiento intenso y profundo. Sus actos y procesos son políticos y muy inspiradores.

“No descarto la posibilidad de una carrera política”

 

  • ¿En el horizonte existe una Suni en la política, en el gobierno de la cosa pública?
  • Desde muy chica siempre fui curiosa, entrometida en todo, y me hacía amiga fácilmente y la gente me decía tú tienes que llegar a ser presidenta de la república. Ahora mucha gente me reclama porque no asumo ese rol en la política. Me dicen, ¿cómo es que tú con el carisma y perfil no te animes y hay tantas personas que no tienen un perfil y sin embargo se presentan en las elecciones y se constituyen en autoridad y sin tener los valores morales éticos y conocimientos y tú no te animas?
  • ¿Y cuál es tu respuesta a esas interrogantes?
  • Cuando uno va creciendo y adquiriendo experiencia analiza muy bien para tomar estas decisiones. No digo que no he de presentarme alguna vez a alguna candidatura. Cuanto más uno se forma se da cuenta que tiene mayor compromiso social. Mas para mí que, me considero una intelectual campesina, saber qué modelo de gestión gubernamental debe realizarse; en la gestión municipal, departamental, legislativa y ejecutiva, incluso. Claro que puedo desempeñarme en cualquiera de las funciones.
  • ¿Entonces?
  • ¿Pero cómo llego a esas instancias y espacios?
  • ¿Por qué?
  • De hecho, sería muy difícil ser candidata de un partido tradicional. Por otro lado, creo que falta mucho que hacer todavía por la conciencia social. Es muy difícil competir frente a grupos que compran y venden votos, una campaña de compra de cédula en primer lugar, yo no haría. Debemos seguir trabajando como organizaciones de la sociedad civil sobre política, de hecho, lo estamos haciendo, hay muchísimas personas que tiene clara esta posición de hacer política respetando los principios y valores, pero aún no es suficiente y debemos seguir esa tarea y en algún momento aprovechar una coyuntura favorable que de hecho estoy segura se dará. Aquí en San Pedro hemos intentado y presentado buenas candidaturas. De personas que se conocen por su trabajo y compromiso, pero pocos le dieron sus votos para ser diputado o intendente, la mayoría de los votos tienen su pequeño precio y aunque la ciudadanía sigue pagando esa consecuencia, esa mala práctica está muy arraigada. Hicimos una campaña de conciencia y honestidad. Y si aceptamos una candidatura seguiremos haciendo lo mismo, a  conciencia y compromiso, nada de compras de conciencias.

 

  • ¿Pero sólo partido de derecha puede ser el espacio para una candidatura?
  • Absolutamente no, se puede trabajar nuevos movimientos donde los programas y proyectos políticos sean de interés para todos los sectores e integrando nuevos liderazgos que atraigan a sus pares, mujeres, jóvenes, indígenas, personas de la tercera edad, universitarios, agricultores y otros. Pienso así porque me decepcioné mucho de la izquierda paraguaya. Hay mucha repetición de los modelos tradicionales que criticamos, machismo, autoritarismo, falta de respeto a las bases, no se trabajan los proyectos participativos para lograr leyes que favorezcan a los más vulnerables y de los intereses de la nación. Paraguay está perdiendo una oportunidad brillante de crecer, de desarrollar un movimiento progresista, con un modelo más inclusivo, con el respeto absoluto de la participación de las mujeres, los jóvenes y otros sectores. No descarto la posibilidad de trabajar en una candidatura política, pero en este momento no está en mis planes. En este momento mi plan está en seguir trabajando por el fortalecimiento de las organizaciones campesinas, por su empoderamiento político, económico, productivo, avanzar hacia pequeños emprendimientos y acompañar el crecimiento de mis hijos y que puedan hacer lo que crean mejor siempre y para el bienestar social.

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Joaju Paraguay  www.joaju.com.py – osruben@gmail.com

 

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