
José Parra
Por José Parra
El Circulo Medico, con sus integrantes, porque según muchos médicos del Paraguay no tienen la misma postura, ha rechazado el pedido del Senado Nacional de un acuerdo del gobierno paraguayo con Cuba, para la venida de médicos cubanos a nuestro país.
Un argumento podría hasta ser considerado, si es así, que hay una gran cantidad de profesionales médicos que no trabajan y que los cubanos estarían limitando la posibilidad laboral de estos médicos compatriotas. Sin embargo, sabemos de la escasez de estos profesionales en las instituciones sanitarias, especialmente a nivel de las zonas mas alejadas del país.
El otro argumento sorprendente, es que los médicos cubanos son formados básicamente, y los que vienen después de completar sus estudios de medicina en Cuba son de baja calidad.
Sorprende que médicos paraguayos, miembros de círculos científicos desconozcan el gran avance y aporte de la medicina cubana no solo a su país sino al mundo. Avances científicos en tratamiento de enfermedades crónicas que requieren alta especialidad, en su tratamiento con éxitos, aplaudidos por organismos científicos y de salud internacional.
Significa que las facultades de medicina de Cuba tienen una elevada calidad para la formación de médicos y profesionales de salud. Porque pensando, para que se forman las médicas y los médicos, y es claro para que desarrollen su profesión, su capacitación para que la gente tenga salud, que se miden por indicadores objetivos y confiables.
Los miembros del Circulo Medico del Paraguay debería informarse de los indicadores de salud de Cuba, no necesariamente del Ministerio de Salud de dicho país sino de organismos internacionales de salud y se permitan comparar con los de nuestro país; quizás les puedan iluminar qué es lo que tienen que hacer los profesionales formados en universidades nacionales por la salud de su pueblo.
Importante es también recordar a este Circulo Medico, que ya tuvimos experiencia con el gran servicio prestado por las Brigadas Médicas Cubanas en el Paraguay, que trabajaron por la salud de nuestro pueblo en zonas nunca visitadas por médicos compatriotas, con importantes logros y muy apreciadas por las comunidades campesinas e indígenas. Asimismo, no olvidemos de las Brigadas Médicas Oftalmológicas Cubana, que a través de la Misión Milagros llevara a Cuba, sin ningún costo, a centenares de compatriotas para su cirugía ocular con total éxitos. Se suman a esto que también estos médicos se instalaron en el país, recorriendo todos los rincones de la patria para atender a nuestra gente, hasta formando un Hospital Oftalmológico en María Auxiliadora, Itapúa, con atención de centenares de nuestros compatriotas totalmente sin costo para la gente.
Pero. se puede entender que es difícil que esto vean y valoren los médicos del Circulo Medico del Paraguay, porque este círculo, su circunferencia está limitada en gran parte por la zona urbana, mayormente en la capital, y sobre todo esta limitado por una concepción de la medicina, del medico que tiene un circulo mas pequeño aun, que es el hospital y los sanatorios, mejor aún si es privado, porque ve a la salud con la concepción biologista y hospitalo céntrica, totalmente superada científicamente y socialmente en el mundo: y, sumado a esto, como pintado en negrita, esta circunferencia del circulo es que la salud es una mercancía, que cuesta plata y desde luego el que no tiene plata jamás entrara en este círculo, porque la entrada a la misma es tener plata.
La concepción de la salud, cada vez mas enriquecida, supera lo simplemente biológico, es decir, ver a la persona solamente como un cuerpo anatómico-funcional, viendo solamente el corazón, el riñón u otro órgano aislado. Sería importante que los miembros del circulo médico, de carácter científico tengan la bondad de informarse, de analizar y entender que la salud se logra con condiciones sociales y económicas que permitan a la gente a tener buena alimentación, vivienda digna, agua potable segura, servicios de calidad como electricidad, educación de calidad, caminos seguros, espacios laborales, tierra y apoyo para el campesino e indígena para su producción y comercialización y servicios de salud adecuado.
Así es posible que nuestra gente tenga salud, supere la desnutrición, las parasitosis, las enfermedades trasmisibles y no trasmisibles muy relacionadas con el nivel de vida, que empuja a hábitos no saludables. Además de todo esto, nuestra Constitución Nacional misma declara que la salud es un derecho, por lo tanto, una obligación primera del Estado, que implica potenciar la salud pública, la Atención primaria de la Salud, los servicios públicos y complementariamente las especialidades.
Finalmente, cabe pedir disculpas al gobierno de Cuba, a las solidarias universidades cubanas, a los miembros de las brigadas cubanas con alto sentido científico, profesional y humanitario, por las desacertadas opiniones del circulo médico del Paraguay. Esa posición no es la opinión de miles de compatriotas y profesionales paraguayos, sino más bien, como se denominan, es de un círculo cerrado y cegado por su falta de visión crítica, falta de apertura científica, de humanismo y solidaridad.
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