Por Braulio Cabrera – Rosario
Pasará a la historia del Paraguay y quedará en la memoria de todos los paraguayos las mentiras y verdades sobre el coronavirus.Desde el comienzo de la cuarentena, hasta hoy, el coronavirus está avanzando en nuestro país, aunque no con la magnitud registrada en otras latitudes del planeta.
Ofrezco a la ciudadanía algunas apreciaciones, desde mi óptica, sabiendo que no abarcaré la tolalidad del problema.
Primeramente, el coronavirus llegó al país a través de compatriotas que ingresaron del exterior y, para desdicha y apuro nuestro, de lugares donde el virus ya cobraba vidas. El ministerio de salud tomó lasprecauciones y orientó a la población con medidas y recomendaciones sanitarias apropiadas. Pero, he aquí la nota discordante, el coronavirus, puso en apuros a todo el aparato sanitario nuestro, al desnudar, su pésimo funcionamiento en infraestructuas y equipamientos; deficitario presupuesto para afrontar una URGENCIA.
En segundo lugar, debo destacar la comprensión y ayuda solidaria de la ciudadanía en un buen porcentaje. Se ha respetado el «Quédateencasa». Con ello se consiguió cortar la posible cadena de contagio y volver la mirada sobre lo que hemos dejado de hacer: 1) atención y cuidado del medio ambiente; 2) falta de mayor presupuesto para la salud; 3) autoridades insensibles (exceptuando a los intendentes de Lima y San Pablo… agrego Ciudad del Este); 4) falta de insumos y medicamentos básicos en los hospitales y centros de salud.
Por otro lado, quiero destacar a esa parte de la CIUDADANIA que con coraje y valentía puso pecho de acero frente a esos inconscientes y desubicados que no quisieron respetar las medidas, de aquellos que no supieron entender que el país hoy necesita de una profunda transformación de sus instituciones políticas, sociales y económicas.
Fueron oportunos los cierres y controles de accesos a ciudades y pueblos. En esta tarea sobresalieron los agentes policiales, los efectivos militares, la fiscalía y ciudadanos que en turnos continuados apoyaron el control con presencia e insumos alimenticios. Gracias a ellos el departamento de San Pedro sigue inmune.
En Villa del Rosario, como en otras partes del país, un grupo de ciudadanos autoconvocados ha cooperado, y sigue haciendo, con las fuerzas publicas y la fiscalía para mantener los puestos de vigilancias necesarios.
Y, es necesario seguir extremando los cuidados, ahora en las acciones concretas que se nos pide, salvar lo urgente, pero sin perder de vista que hay correcciones estructurales que deben ir haciéndose, ahora y después: la transformación del sistema de salud.
Finalmente, quiero destacar que la guerra aún no está ganada…la lucha continúa. Si el país ha sobrevivido a embates y exterminios (dos crueles guerras) de esta pandemia, también saldremos victoriosos.
Rosario, Sábado Santo 2020.
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