En una Carta Abierta a las autoridades nacionales, departamentales y municipales; organizaciones sociales, campesinas, gremiales e indígenas, y a todo el pueblo paraguayo, el Obispo Emérito de San Juan Bautista – Misiones, Monseñor Mario Melanio Medina señala la gravedad de la situación de nuestro país y propone que se «desburocratice» la ayuda y se constituyan «coordinadoras de emergencias distritales» para que el apoyo a la gente llegue con mayor rapidez y calidad.
La Carta dice:
Apelo a esta forma para respetar las disposiciones establecidas y evitar la exposición al peligro del contagio que a personas de mi condición puede volver más vulnerables aún. Por mi largo transitar en la vida y mis innumerables experiencias de contactos con las gentes, con las organizaciones y comunidades de todo el Paraguay, deseo compartir con ustedes las siguientes inquietudes:
- A estas alturas, nadie desconoce la gravedad del momento en que vivimos y todos estamos informados de los destrozos que va produciendo el coronavirus a su paso por diferentes países de casi todo el mundo, dejando miles de seres humanos muertos a causa de esta pandemia.
- Nuestro país no es la excepción. La cantidad de contagios crece a diario, cuyo desenlace todavía es desconocido. Pese a todos los esfuerzos realizados, las ayudas y las previsiones sanitarias son insuficientes, razón por la cual algunos Municipios han tomado determinaciones dentro de sus respectivos territorios. Sin embargo, también ha aparecido el miedo que atemoriza en importantes sectores de la población; lo que felizmente todavía no ha desembocado en pánico colectivo.
- No obstante y desafortunadamente, hay que decir que aparece con fuerza un peligro siempre latente en la sociedad: el hambre de muchos hermanos/as nuestros, que no nació con esta pandemia, es una realidad que viene de muy lejos y de muchos años, nunca superado y que sigue en aumento en medio de la población desempleada y trabajadora. Completa el panorama un Estado ausente para miles de compatriotas, que también tiene larga data, fundamentalmente porque nunca se ha priorizado la salud y la educación de la gente, hasta ahora. Un estado que constantemente excluye de sus políticas y de los beneficios económicos y sociales a la clase
mayoritaria y laboriosa del país. Sin lugar a duda, nuestro Estado necesita de profundas reformas. - Por lo dicho y a modo de contribución al proceso social-político-económico que vive nuestro país, a nombre de muchos ciudadanos de bien, de diversas organizaciones e instituciones y de un respetable número de compatriotas, deseo proponer:
a) La ayuda del gobierno no llega, o tarda en llegar, o llega muy deficientemente. El subsidio de “Ñangareko” no llega a la gente, que espera desde que ha ingresado la pandemia al país y que no sabe siquiera si le llegará porque desconoce si al menos figura en la lista. En tantas ocasiones de catástrofes (inundaciones, sequías, pérdidas de la cosecha, etc), el Estado ha respondido en forma extemporánea. Propongo que estas ayudas sean inmediatas y desburocratizadas.
Para facilitar otras ayudas y para la utilización de Royalties, Es importante la conformación de una Coordinadora de Emergencia Distrital en cada población beneficiada, y un Centro de consultas en la administración Central.
b) Se ha aprobado en el Parlamento un préstamo de 1.600 millones de U$. pero aún no se sabe en qué se invertirá y a quienes beneficiará. Sólo se sabe que la devolución de tan alto crédito será cargado nuevamente a espaldas del pueblo trabajador. Un gobierno que hace gala de ser de la gente, no puede, no debe terminar priorizando las ganancias, las finanzas, la economía, desplazando el valor y la importancia que tienen las personas. Propongo que esta ayuda, por lo menos el 50%, llegue a los trabajadores del campo y la ciudad.
c) Se ha anunciado la reforma del Estado, tan necesaria como importante. Queda por ver si efectivamente será una reforma profunda o solamente un achicamiento; si se va a limitar en una reducción de salarios o apuntará a una real equidad en la remuneración de todos los trabajadores/as; si la reforma también será tributaria, de tal forma que los que ganan más paguen más, como los sojeros, los tabacaleros y los más ricos; y finalmente, si en el debate y en las decisiones se tendrá amplia participación, o involucrará exclusivamente a los privilegiados de siempre.
d) Que las ayudas que se canalicen a través de los municipios, con el uso de los Royalties, sea en conjunto con una Coordinadora de Emergencia Distrital. De tal manera a que todos los ciudadanos, sin ninguna distinción, puedan acceder a este beneficio.
Con mi respeto y estima de siempre, dejo estas preocupaciones y propuestas a conocimiento de las más altas autoridades del país, consciente y convencido de que reflejan el parecer de un importante sector de la sociedad paraguaya que anhela un futuro mejor, más digno y equitativo.
Abril de 2020.
Mons. Mario Melanio Medina
Obispo Emérito. Diócesis de Misiones y Ñeembucú
Por las siguientes organizaciones:
➢ Comité de Iglesias
➢ Parlamento Popular
➢ Tetagua Remiandu
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