Articulos Indígena Nacionales

Gritos en la oscuridad

No saben ya qué hacer. Grabaron un video en medio de una tremenda oscuridad, una noche. La noche cortó la luz y solo se escucharon voces. ¿Por qué se olvidaron de nosotros? ¡Que se creen! ¿Acaso no somos personas?

Eran voces que surgían detrás del video oscuro, oscuridad de voces clamando por alimentos y techos. ¡Necesitamos alimentarnos y también a nuestros hijos! Hasta ahora siguen clamando alimentos y las autoridades siguen sordas, ciegas o simplemente los desprecian.

Son voces suplicantes mezcladas con ira y dolor de la Comunidad Naranjaty, en el rincón más lejano del distrito de Villa Hayes, del Departamento de Presidente Hayes. Desde que empezó la pandemia nunca recibieron víveres prometidos por el Gobierno.

El cacique Remigio Gómez recordó con tristeza que a principios de mayo la Gobernación de Presidente Hayes les envió unos kits de alimentos. Pero «no nos trajeron en la comunidad, nos dejaron tan lejos, en la ciudad de Concepción», incluso en la capital de otro departamento.

Entonces, ellos fueron a buscarlos. Pero tuvieron tanta mala suerte -por llamar de alguna forma- que la embarcación de Naranjaty que venía repleta naufragó en el Río, tumbó y todos los alimentos quedaron en el fondo del río, al igual que el bote. Perdieron todo.

Tras muchos intentos, por si alguna autoridad los escuchara, los atendiera por teléfono, grabaron un video en el que se podría verse solo la oscuridad. ¿Era la oscuridad el mensaje para el gobierno?

Naranjaty clama por alimentos, el gobierno no escucha

«Por favor, necesitamos que nos ayuden, somos cerca de 30 familias aquí, y no hemos recibido ningún pedazo de alimentos ni chapas ni nada«, dicen.

Naranjaty es una comunidad en las orillas del Río Paraguay, en el Chaco, Departamento de Presidente Hayes. Forma parte del Pueblo Enxet. Hasta aquí no llegan las instituciones. Si alguien se enferma debe curarse con los remedios de por ahí. Si no deberán sacar a la persona enferma hasta Concepción o San Pedro; deben cruzar el Río Paraguay, en una pequeña embarcación a motor o canoa. Con el hundimiento del bote a motor cuando traía las mercaderías de Concepción enviada por la Gobernación de Presidente Hayes, Naranjaty quedó sin transporte, condenada vivir aislada.

Don Remigio clama ahora que además de alimentos, chapas para el techo de sus casas y ropas de abrigo, se consiga una nueva embarcación para Naranjaty.

Son aproximadamente 30 familias. La primera atención debería recibir de la Intendencia de Villa Hayes porque en su territorio se encuentra la Comunidad Naranjaty a unos 420 kilómetros de la capital distrital. Si, son 420 kilómetros de la Ciudad de Villa Hayes.

La Gobernación de Presidente Hayes también es responsable, al igual que el INDI y la Secretaría Nacional de Emergencias. De cualquiera de estas entidades debe salir los alimentos, la embarcación, elementos para techos y ropas para Naranjaty.

“Ndaikatúi niko Péicha ore rejávo ore año ha tembi’u’ÿre”, dice el líder Gómez. Nadie les hace caso. ¿Habrá alguien del gobierno que los escuche?

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