Por José Parra Gaona
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El Parlamento Nacional, la mayoría de los Senadores y Diputados, rechazó cobrar impuestos más significativos al tabaco y a las bebidas azucaradas. Los argumentos que presentaron estos parlamentarios, para no aumentar en la medida razonable el impuesto, está relacionado exclusivamente a la cuestión de ganancias de los empresarios; dicen que estaría afectando a la economía en general, cuestiones laborales y otros que no son justificativos para seguir produciendo cigarrillos, bebidas azucaradas que son perjudiciales y afectan seriamente a la salud de las personas.
Se ha formado todo un conglomerado de parlamentarios que no escuchan y menos analizan argumentos muy valederos para que se aprueben, entre otros, esos impuestos planteados. En estos temas de interés nacional y de la ciudadanía en general no se puede argumentar afinidad partidaria o simpatía por algún empresario en particular, y lo peor, que mucha gente entiende, que haya plata de por medio. La gente entiende que se está vendiendo apoyos y votos. Y esta opinión generalizada de la gente se comprende porque es totalmente irracional el rechazo decidido por el grupo de parlamentarios al necesario impuesto planteado al tabaco y a las bebidas azucaradas.
El mismo Ministro de Salud, Dr. Julio Mazzoleni, tiene la firme convicción de que se tiene que aumentar los impuestos al tabaco y las bebidas azucaradas.
La principal autoridad de salud de nuestro país, en base a datos reales, y con preocupación muy entendible, tiene esa convicción.
La estadística de salud nos debe llamar la atención y de las cuales deberían haberse informado los parlamentarios que votaron por el rechazo.
Así, el tabaco mata más gente que el dengue y los accidentes de tránsito. También la diabetes y la obesidad, enfermedades que cada vez afectan a más personas, están relacionadas al consumo de bebidas azucaradas.
La razón de elevar lo máximo el impuesto al tabaco y bebidas azucaradas, finalmente, no está necesariamente relacionada a recaudar más impuestos, tener solamente más plata, sino especialmente reducir consumidores, que nos beneficiará evitando más enfermos, que exige considerable gasto a la familia y al país, y, lo más importante, reducir la mortalidad relacionada a las enfermedades causadas por el consumo del tabaco y las bebidas azucaradas.
El Parlamento Nacional rechazó el aumento razonable y necesario de impuestos al tabaco, vapeadores y bebidas azucaradas; pero, el principal responsable del Poder Ejecutivo Nacional, el Presidente de la Republica Mario Abdo Benítez que, ha seguido las orientaciones científicas sanitarias del Ministro de salud Pública y Bienestar Social con buenos resultados en esta grave pandemia del COVID 19, esperamos también, tenga en consideración la postura del Ministro de Salud decretando el aumento de impuestos al tabaco y a las bebidas azucaradas. Dios le seguirá bendiciendo y la patria se lo agradecerá.
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