Hoy 2 de mayo del 2021 se recuerdan 27 años del asesinato del joven Sebastián Larroza Velazquez, 18 años, entonces, en el cruce Takuara, San Estanislao. Aquel día se realizaba una de las primeras grandes huelgas y movilizaciones populares en la etapa de “transición hacia la democracia”. A media mañana se difundía por todos los medios de comunicación que un joven fue baleado durante la manifestación en el Cruce Tacuara.
Aquella oportunidad el país se movilizó por un mejoramiento social y económico y las que se sumaron reivindicaciones por la tenencia de tierra, atención a los campesinos y campesinas. Los jóvenes salieron también para gritar al gobierno que el Estado mire hacia la juventud en sus necesidades de mejoramiento en el sistema educativo, apoyo para los y las campesinas jóvenes que no pueden estudiar por dificultades económicas, principalmente.
El relato de aquel día dice que de manera inadvertida la policía irrumpió contra el grupo de campesinos que marchaban en la ruta, lanzando gases lacrimógenos en contra de las personas, supuestamente para despejar la zona. Pero aprovecharon también para disparar con balas de plomo hacia distintas direcciones algunos a la altura de las personas y una de ellas alcanzó a Sebastián Larroza mientras éste trataba de auxiliar a otra persona que había caído. Recibió la bala desde atrás.
“Cruce Tacuara”, entonces, además de ser un lugar estratégico para llamar la atención de la ciudadanía sobre las reivindicaciones campesinas y sociales, era también un lugar que “simboliza y respira dictadura” pues allí se ubicaban militares y policías de la dictadura de Stroessner para revisar a la ciudadanía que viajaba, exigiendo documentos y, por supuesto, tomar detenido a alguien sospechoso de alguna actividad subversiva que “busca dividir la familia paraguaya… contra la paz y el progreso”.
San Estanislao, seguía bajo los yugos invisibles del poder de Pastor Coronel y los “macheteros”; esa costumbre autoritaria no ha sido destruida aun. Tenía que dar un coletazo final. Y cerraron el círculo del rito tirano aquí, matando a Sebastián Larroza.
“Fue asesinado en Tacuara – San Estanislao, luchando con el pueblo por sus derechos, llevando la bandera de la democracia, de la libertad y la justicia para la clase trabajadora”, dice la Asociación Campesina de Desarrollo Integral, ACADEI, al recordarse en este 2021, 27 años de impunidad.
“ACADEI con las organizaciones campesinas, obreras, gremiales. estudiantiles, de jóvenes, mujeres y de patriotas que luchan por un Paraguay libre, soberano, democrático con justicia y honestidad “sigue llevando la bandera inmortal de Sebastián Larroza quien vive y nos acompañe en las luchas de miles de compatriotas, de compañeras y compañeros”, expresa un breve manifiesto en la fecha, tan simbólica también, pues Paraguay y el mundo se encuentra atrapado por una feroz dictadura universal, la pandemia.
Sebastián Larroza, joven estudiante, cuando eso de 18 años, campesino tenía toda una vida por delante, toda una historia de lucha que escribir, pero aquella bala asesina y aquella mente asesina segó su vida para que sucumbiendo renaciera para alentar a las juventudes de entonces, hoy y siempre: hay que seguir con la bandera de la libertad, la justicia, la fraternidad y la paz.
ACADEI todos los años realiza eventos con la juventud, principalmente, y con la presencia de los padres de Sebastián, doña María Irene Velázquez y don Carlos Larroza. Este es el segundo año que este encuentro se realiza de un modo familiar por las ataduras impuestas por la pandemia.
Profanaron su tumba
Antes de terminar el rezo de la novena, tradición religiosa paraguaya, aquel 1994, el juez y el médico forense aprovechando la oscuridad de la noche, desenterraron el cuerpo de Sebastián Larroza y con cobardía extrema abrieron la cabeza de Sebastián para extraer la bala asesina, silencioso testigo de aquel asesinato guardado en el cuerpo joven. La impunidad estaba en carrera, buscaba formas para enterrar eternamente la cuestión para salvar de la justicia a quienes apretaron el gatillo.
Aunque grandes fueron los esfuerzos de los familiares y vecinos, de rodear al juez y el médico cerca del cementerio de Bertoni; y, la larga lucha en lo judicial, la fiscalía, el poder judicial y el poder político enterraron para siempre la posibilidad de justicia para Sebastián.
Pero la batalla no concluyó.
«Yo protesto Paraguay»
En el marco de la campaña “Yo protesto, Paraguay”[1] de la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguaya, CODEHUPY, con el apoyo de la familia se presentó la denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, con fin de “exigir al Estado paraguayo la reparación integral de las víctimas de éste y otros dos casos más. Pero por sobre todo, para exigir que el Estado adopte medidas concretas encaminadas a promover el derecho a la protesta antes que criminalizarlo”. Este reclamo fue admitido en setiembre del año 2017, mucho años después que la justicia paraguaya cerrara el caso, sin ningún condenado[2]. Pero Sebastián sigue vivo, y mientras se mantenga encendido su nombre la justicia llegará.
[1] Link del Informe Chokokue 1989 – 2013 https://codehupy.org.py/informe-chokokue-1989-2013/
[2] http://www.oas.org/es/cidh/decisiones/2017/PYAD712-08ES.pdf
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