
José Parra – Yataity del Norte
Por José Parra Gaona
joseparragaona@gmail.com
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La pandemia del COVID 19 ha develado muchas situaciones, algunas no muy conocidas y otras conocidas, tanto a nivel nacional como internacional.
En nuestro país, estamos enfrentando con relativos éxitos el avance de esta pandemia, en cierta medida una epidemia controlada, sin embargo, nos confirma que el presupuesto de gastos de la nación, 3,6 %, la cifra más optima porque otros señalan que es solo del 3% del PIB, está muy por debajo de todos los demás países de nuestro continente.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) señala que mínimamente se debería tener un presupuesto nacional de salud del 6% del PIB. El presupuesto no permite un desarrollo de infraestructura, de recursos humanos de salud, de insumos, instrumentales y medicamentos acorde a las necesidades de nuestra población. Asimismo, una débil intervención en todo lo que son promoción de la salud y prevención de las enfermedades. Están en las noticias que nuestros servicios de salud no están en condiciones de responder una emergencia sanitaria como estaba pronosticada esta epidemia de COVID 19 en nuestro país.
En el centro de esta reflexión es necesario destacar una realidad. Nuestro pueblo, fogueado en nuestra historia de lucha por la soberanía, por la libertad, por la justicia y por un gran amor a sus semejantes, en este momento, nuevamente está demostrando su grandeza. En una gran mayoría, disciplinado ante el llamado de la patria en peligro, hombres y mujeres se alistan disciplinadamente a cuidar su primer territorio que es la familia, luego su comunidad, distrito, departamento y el país.
Las indicaciones, los llamados y pedidos de las autoridades sanitarias son respetadas. Nuestra gente es fuerte, entiende el peligro y sabe actuar ante ello. Valora su salud y la vida. Sobre todo, no es egoísta ni individualista. Es muy solidario en los momentos en que tiene que enfrentar en forma conjunta el peligro, asegurando que nadie pierda la vida y pase una situación de riesgo.
Habría que ver las páginas de nuestra historia, las grandes luchas de nuestro pueblo en la Guerra Grande, en la Guerra del Chaco, en la larga dictadura, aun con mucho sacrificio salimos adelante, como en este momento en la que estamos avanzando en buena forma ante la epidemia del COVID 19 y que juntos nuevamente lograremos derrotar.
La pandemia lastimosamente nos ha develado, o nos ha confirmado, una situación crónica en nuestro país. La corrupción es ya muy descarada, inmoral por donde se lo mire, irracional y desde luego hasta criminal. ¿Cómo es posible que mientras la nación está sufriendo toda forma de privaciones, de sacrificios, en todos los niveles sociales, algunas personas aprovechan para robar los recursos públicos para acrecentar sus intereses personales, particulares? Así vemos estas licitaciones para provisión de insumos y otras necesidades que en forma urgente requería el MSP y BS y que, para solventarlo, para pagarlo, el Estado tuvo que endeudarse, es decir todos nos endeudamos, pero estos proveedores a más del gran sobrecosto habían traído cosas inservibles que finalmente fueron rechazadas.
Hubo más hechos de corrupción aprovechando la urgencia de la pandemia. Esta situación es criminal por partida triple, tardó de más, ante la urgencia requerida; sobrevaluó sus mercaderías y lo más graves son inservibles. Para estos miserables el mínimo lugar donde deben estar ahora es la cárcel, porque en estado de guerra ante un enemigo sabemos cómo debían acabar por ser criminales y traidores a la patria.
Y lo más grave es que a nivel de los grupos políticos, que según todo lo que se ha informado y cómo actúan estos seudos empresarios, tienen el acompañamiento de políticos, que, si no son cómplices directamente, están apañando sus fechorías. Ya lo increíble, los que deben impartir justicia adoptan todo tipo de obstáculos para no enjuiciar y condenar a estos claros responsables por los delitos públicos. Sin embargo, muy rápidamente mueven sus mecanismos judiciales para imputar y enjuiciar a ciudadanas y ciudadanos que protestan ante la escandalosa corrupción en nuestro país.
La ciudadanía toda debe seguir el proceso de críticas, de protestas y de toma de posición. Todos estamos siendo perjudicado. Erradicar la corrupción no será fácil, ha sido muy bien sembrado por la dictadura de Stroessner y fortalecido en todas sus formas durante 35 años, sus raíces están insertados en toda la estructura del estado y del gobierno. Tenemos que seguir luchando hasta conseguir los cambios necesarios para erradicar la corrupción. Esto requiere cambios de hombres y mujeres, que podemos lograr cuando nuestras críticas y protestas no tengan el paréntesis, el descanso, en las elecciones de autoridades, votando de nuevo por quienes están destruyendo nuestra patria y más bien tengan efectos claros para la elección de nuevas mujeres y nuevos hombres que conduzcan los cambios necesarios en la estructura gubernamental y estatal, acompañado por el pueblo movilizado en forma permanente, participando y controlando que avance el proceso de cambio para que se vaya reconstruyendo nuestra gran nación.
José Parra Gaona, 08 – 06 – 2020
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